Tenaz.
Perseverante. Minuciosa.
Así es
la lenta y terca
embestida
de tus olas
contra
mis rocas.
El mar
no tiene prisa.
Se sabe
eterno vencedor
en la
batalla que el tiempo
libra
contra el deseo.
Y las
rocas sólo pueden,
antes o
después,
ante su
inexorable empuje
acabar
cediendo.
Cuanta perspicacia y empuje tiene esa...mar...
ResponderEliminarPreciosa poesía, alfredo, me encanta versar a la mar.
Besos, compañero.
Qué puedo decirte, amiga, soy isleño, nací, crecí y he vivido toda mi vida rodeado por el mar desde los cuatro puntos cardinales. Incluso en la más alta montaña de mi isla se huele la brisa marina. Así que es imposible que Él no me acompañe a todas horas, y no se refleje en cada una de mis palabras.
EliminarBesos, compañera.